domingo, octubre 22, 2006
Siempre habrá un mañana

El fracaso nos derrumba. Se nos oscurece la vida y se nos pierde el camino.
Cuando nos muerde el dolor olvidamos toda la dicha vivida y nos parece que
ya nunca podremos sonreír
La traición de los que creíamos más fieles nos hace desilusionarnos de la
amistad y caer en la duda. La calumnia nos hace sentirnos como niños
indefensos que cierran los ojos ante la amenaza y se encogen hasta la
estatura del polvo...
Es como en las noches de insomnio en que parece que nunca llegara la
madrugada. Es así.
Lo sabemos por experiencia. Y es cuando necesitamos regar con nuestras
lágrimas la esperanza que en nuestro jardín ha de ser siempre la última flor
que se marchita. Porque no hay noche tan larga capaz de detener un día
nuevo. Ni "Hay mal que dure cien años".
Es bueno pensar cuando llueve que esa tristeza fecundará la tierra para la
primavera.
Recordar que una salud radiante importa más que el tajo doloroso de un
bisturí. Cuando alguien nos insulta cobardemente y nos apedrea el huerto
frutal corremos el riesgo de olvidar que ese árbol volverá a florecer y a
dar su fruto sin cansarse de dar...
A media noche la pena y la derrota. Cuando atardece la desilusión.
Cuando se nos muere la risa como el sol. Cuando se nos apagan una llama que
hemos cuidado tanto para alumbrarnos en la tiniebla inevitable, es
consolador y entusiasmante recordar que: SIEMPRE HAY UN MAÑANA.

(Anónimo)

 
Posted by .·: Anita :·. | 4:18 p. m. | Link de este post |


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